Por tí volaré

lunes, 22 de febrero de 2010

Alta hospitalaria de un enfermo mental (PRIMERA PARTE)


Mari ya está en casa, después de cerca de dos años fuera de ella, salvo en algunas ocasiones del pasado 2009.


Enfermar de la mente, no es lo mismo que enfermar del corazón o incluso del cerebro. Es como cuando en tu PC te meten un virus que hace que todo lo que construyas se vaya al carajo.


Lleva apenas tres días de alta y no logra adaptarse a la nueva situación. Tiene miedo a un nuevo ingreso y eso le produce estrés, lo que le provoca que sus “voces” se acrecienten…


Yo intento tranquilizarme y que no note cuan nerviosa estoy… Pero es imposible conseguirlo cuando la veo tan desvalida y asustada… “No quiero ingresar"... "No vas a ingresar Mari" "Las voces me dicen que voy a volver al psiquiátrico” En esos momentos, nada de lo que me enseño Esther funciona y solo desearía tener un poder especial y poder meterme en su cabeza y agarrar esas “voces” por el cuello, como si de una persona fisica se tratata, y decirles que dejen en paz a mi hermana de una vez… Que la dejen vivir y que no la atormenten como lo hacen…


Hoy fuimos al mecánico dental. Mari padece un deterioro de la dentición causado por los efectos secundarios de alguna medicación y con cincuenta y cinco ya usa prótesis dental… Iba agarrada a mi brazo, como si yo fuera el salvavidas que la aferra a la realidad. Antes de salir de casa, le dije que se pusiera unas gafas de sol, porque así se podría enfrentar a la gente sin que esta la analizara (no se porque me vino a la mente Risto Megide de Operación Triunfo) y así aguantó más de una hora sin rechistar. Hace siete años fue nefrectomizada, por lo que mi hermana solo tiene un riñón y lo tiene que cuidar como si fuera la niña de sus ojos. Padece de Diabetes Mellitus, hipercolesterinemia e Hipertensión… Es lo que suele pasar con los enfermos mentales, que nacen otras enfermedades subyacentes debido a la medicación… Pero si no se medica, mi hermana dejaría de serlo para convertirse en la extraña de mirada pérdida u ojos desorbitados por el terror que le provocan sus pesadillas.


Hace dos años mi hermana hacia una vida normal. Iba a los médicos sola, compraba, cocinaba su comida y ayudaba en la casa mientras yo trabajaba. Su enfermedad solo era reconocible por aquellos que saben que la padece y quizás si se paraban a conversar con ella, al aflorar tics en la conversación que gente de la llamada “normal” no tiene.


Mari se perdió el embarazo de su única hija, el parto y los primeros meses de vida de su tan ansiado nieto y desearía que las “perdidas” se pararan ahí. Que disfrutara de Aitor y que fuera la primera en ver dar sus primeros pasos y que no tuviera ninguna recidiva más por largo tiempo. Merece ser feliz después del tormento que han sido estos dos últimos años…¡¡¡tiene que ser feliz!! Se lo deben… Se lo debemos…

NOTA: En el mundo una de cada 100 personas padece esquizofrenia y para los científicos no es una enfermedad que resulte atractiva investigar, por lo que aún se desconocen las causas que la provocan y el medio para erradicarla. Todo lo que hay hasta ahora son meras hipótesis…

3 comentarios:

  1. Tus entradas erizan el vello, humedecen los ojos y estremecen el alma. Te deseo mucha paciencia y una mejoria para tu hermana. Preciosa foto.

    Un beso

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  2. Gracias Marisa... Si de esta manera pudiera llegar a mucha gente que desconoce y teme la enfermedad, me daría por satisfecha...

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  3. bego...

    estoy sin palabras,un beso gordo.

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